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Jorge Sainz ha publicado una actualización
hace meses (editado)
Level:Scoolinar
Este platillo tiene dos historias, una romántica y otra práctica.
La romántica es que, durante la revolución mexicana (guerra civil en otras geografías), a los rebeldes los seguían sus mujeres, llamadas soldaderas y de cariño Adelitas. Cabe aclarar que entre 1910 y 1920, tiempo que duraron las hostilidades, el sustento era escaso y se debía aprovechar lo más que se pudiera. Cuenta entonces la historia, que una Adelita, llegando a la ciudad de Guadalajara, encontró panes tipo baguette, completamente endurecidos por el tiempo, pero, para no desecharlos, pensó en sumergirlos en algún líquido que les quitara la dureza (una salsa muy picante y acuosa que tenía en ese momento) para, después, rellenarlo de lo que tuviera para que lo consumiera su familia; en esta ocasión, fueron pedacitos de carne de chancho. El pan utilizado, recibía el nombre de Birote, en honor de un panadero francés, que, durante la invasión a México por Maximiliano de Habsburgo, enseñó a los tapatíos (gentilicio de la gente de Guadalajara) a preparar. Su nombre: Camille Pirotte.
La otra historia que se cuenta es que, por allí de los años 50 del siglo pasado, un señor que vendía tortas – una baguette pequeña que puede tener milanesa, queso, jamón o cualquier otra cosa – al estar preparando una de ellas, se le cayó en el bote de salsa y el cliente le dijo que asi se la comería. La torta en ese momento era de carne de cerdo confitada, que ahora es el relleno típico de este platillo.
En ambos casos el producto se llama Torta Ahogada.
El domingo en casa tuvimos un asado y sobró ojo de bife y churrasco, cebollas y nopales cambray; el lunes sobró salsa de la lengua de res adobada; el martes sobraron cecina, longaniza, cebolla caramelizada y chicharrón.
Usando todos los ingredientes y con un par de birotes que teníamos de la semana pasada, preparamos pues, tortas ahogadas con todo lo que quedó a fin de participar en el #RetoDesperdicioCero de este, nuestro segundo hogar para los que somos amantes de la cocina.
La plataforma no me permite incluir en el mismo mensaje video y foto por lo que, en los comentarios, pondré las que tomé; en aquella donde aparezco tomando la torta con guantes, se debe a que, siendo la salsa tan picante, si después de comer se tocan los ojos, o se les ocurre rascarse la nariz, recordaran durante un par de horas, lo que tristemente comieron sin cubrirse las manos!
¡Buen Provecho!
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Mercedes Delgado de Miguel, Sol Damiani y5 others-
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Level:
Scoolinary Team
Hola Jorge.
Me gusta el relato que nos haces sobre estos platillos, no solo están llenos de historia si no que se ven muy ricos y nos transporta a sus raíces, orígenes. Es interesante como integraste los restos del asado y otros ingredientes en las tortas y aprovechaste al máximo todo lo que tenías a la mano. Tu presentación es inspiradora que celebra la cocina sin desperdicio.
Gracias por tomarte el tiempo de contarnos un poquito de las tradiciones de país, disfrute leerte.
Saludos.
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Level:
Scoolinar
Me encanto el plato y la historia
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Level:
Scoolinar
Qué hermosa historia, me encantó conocer un poco más de la gastronomía de tu pais y por supuesto se ve muy apetitoso todo, me dieron muchas ganas de probarlo
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Level:
Sous Chef
Cuanto me gustaría sentarme a tu mesa y degustar tu cocina llena de historia. Magnífico Jorge 👏
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Level:
Scoolinary Team
Tu historia vendría a ser un prólogo de lo que más tarde se conoció como Cocina con Desperdicio Cero. Es exactamente el alma de toda esta cuestión. Gran trabajo y gran presentación, Jorge. Ya te lo he dicho antes pero lo repito pues ¿por qué no hacerlo? Amo como cuentas tus historias. Brindemos por esas Adelitas 🙌🥂 Legados que no mueren.
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